Alzheimer: el diagnóstico precoz es importante

La enfermedad de Alzheimer es un proceso continuo que deriva en una alteración de las funciones cognitivas y del comportamiento. Es esencial consultar a un médico en cuanto aparezcan los primeros signos, porque es un proceso que empieza bastante antes que haya síntomas clínicos.

Con un diagnóstico claro, los familiares y las personas cercanas a los pacientes podrán entender mejor los síntomas y anticiparse al futuro, consultando con el paciente.

Si la enfermedad se detecta pronto, se podrá actuar más rápidamente y ahorrar un tiempo valioso: ¡un diagnóstico preciso previene complicaciones y un empeoramiento rápido!

  • Con un diagnóstico preciso se puede elegir la mejor opción de tratamiento para el paciente, ya que no todos los trastornos de comportamiento evolucionan de la misma forma. La coexistencia de causas diferentes que pueden afectar a las capacidades cognitivas es frecuente, y un buen diagnóstico diferencial es clave.
     
  • Prevención general: estimula la reserva cognitiva jugando con la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro de establecer nuevas conexiones cuando la enfermedad ha destruido algunas.

    • La estimulación de esta reserva implica la actividad física habitual1, la lucha contra la hipertensión y la adopción de una dieta para evitar riesgos de diabetes.
    • Realizar actividades intelectuales2 y tener interacciones sociales es vital.
       
  • Prevención secundaria: protección del paciente frente a complicaciones

    • Caídas y operaciones: el descenso de las reservas funcionales cerebrales debido a los efectos del envejecimiento y al impacto de las enfermedades, concretamente las demencias, aparece cuando los ancianos sufren de estrés quirúrgico. La anestesia local, si procede, reduce el riesgo del síndrome de confusión postoperatoria aguda o de disfunción cognitiva en un 50%3. Muchos estados dementes atribuidos a la cirugía son, de hecho, enfermedades cerebrales neurodegenerativas que aparecen durante la estancia hospitalaria, habiendo evolucionado de forma gradual hasta entonces sin que los familiares o médicos pudieran notarlo.
    • Control de la medicación: evitar errores a la hora de tomar la medicación y asegurarse de que la medicación recetada está garantizada. Muchos tratamientos médicos que los ancianos utilizan a menudo están asociados con un riesgo de declive cognitivo4.

Como conclusión, el diagnóstico precoz tiene muchos beneficios, independientemente de la disponibilidad de los tratamientos farmacológicos para la enfermedad de Alzheimer.

Referencias:

  1. Effects of aerobic exercise on mild cognitive impairment: a controlled trial. Baker LD, et al. Arch Neurol. 2010; 67(1): 71–79. Randomized Controlled Trial.

  2. Can Cognitive Exercise Prevent the Onset of Dementia? Systematic Review of Randomized Clinical Trials with Longitudinal Follow-up. Valenzuela M, et al. Am J Geriatr Psychiatry. 2009; 17(3): 179-187. Review.

  3. Regional versus general anaesthesia in elderly patients undergoing surgery for hip fracture: protocol for a systematic review. Yeung J, et al. Syst Rev. 2016; 5: 66. Comparative Study.

  4. Anticholinergic eff ect on cognition (AEC) of drugs commonly used in older people. Bishara D, et al. Int J Geriatr Psychiatry. 2017; 32(6): 650-656. Review.